Una salsa rica, rápida, distinta y natural

Esta salsa queda muy sabrosa y es una manera distinta de poder saborear un buen plato de pastas condimentada con una salsa simple y sabrosa que nos permite saborear ambas cosas sin que predomine uno de los sabores.

Cantidad: 1 litro aproximadamente

INGREDIENTES
8 tomates medianos y maduros
1 cebolla grande
1 zanahoria grande
1 manzana
2 duraznos grandes y bien maduros (melocotones)
5 hojas de albahaca
sal, pimienta a gusto
1/4 taza de aceite

PREPARACION
Quitarles las semillas a los tomates, cortarlos en trozos medianos y ponerlos en una cacerola junto con la cebolla cortada groseramente, la zanahoria en rodajas gruesas, la manzana pelada y cortada, los duraznos o melocotones pelados y cortados y las hojas de albahaca.

Tapar la cacerola y llevar a cocinar a fuego moderado durante 30 minutos, revolviendo cada tanto.
El aroma que se desprende de esta salsa es verdaderamente especial.

Retirar del fuego y procesar.
Volver a poner en la cacerola, agregar el aceite, condimentar a gusto y dejar durante 5 minutos más y retirar.

Esta salsa se puede enfriar rápidamente con un baño María invertido con mucho hielo, dividirla en porciones y guardarla en el freezer hasta tres meses.

Es una salsa con muy poco elemento graso ideal para quienes tienen colesterol alto o bien para quienes necesitan salsas de bajas calorías.

Se puede utilizar para bañar ñoquis de papa o fusiles o tallarines etc.